Motocicletas en Xalapa: Gobernanza, seguridad vial y propuestas urgentes
Planteamiento del problema: auge de motos y accidentes en Xalapa
En los últimos años, la zona metropolitana de Xalapa (que comprende los municipios de Xalapa, Banderilla, Jilotepec, Rafael Lucio, San Andrés Tlalnelhuayocan, Coatepec y Emiliano Zapata) ha experimentado un incremento explosivo en el uso de motocicletas. Este crecimiento se refleja tanto en el parque vehicular como en la siniestralidad vial. Tan solo en Xalapa circulan más de 32 mil motocicletas, representando el 14.6% del total de vehículos de la ciudad, de un total de 220,909 vehículos registrados y en circulación hasta el año 2023.
Esta cifra evidencia un cambio significativo en los patrones de movilidad urbana, impulsado por el bajo costo de las motos, su eficiencia en el tráfico y la popularidad como medio de reparto a domicilio. A nivel nacional, el parque de motocicletas prácticamente se duplicó (+91%) entre 2018 y 2023, pasando de aproximadamente 4 millones a 7.8 millones de unidades, con Veracruz aportando cerca de 384 mil motos.
No obstante, el crecimiento acelerado en el uso de motocicletas ha venido acompañado de un aumento preocupante en los accidentes. De acuerdo con el INEGI, Veracruz registró 18,615 accidentes de tránsito en 2023, siendo Xalapa el municipio con más percances: 3,700 accidentes viales en un año, superando a Veracruz puerto (3,474). Esta tendencia se ha traducido en lesiones y muertes principalmente entre jóvenes: según COEPRA, los siniestros en moto son ya una de las principales causas de muerte en personas de 20 a 39 años.
Durante 2024, los reportes de accidentes de motocicleta atendidos por el C4 en Veracruz aumentaron de 5,162 en 2023 a 6,637 en 2024, lo que implica un crecimiento anual cercano al 29%. En el primer trimestre de 2025 las colisiones con motocicletas continuaron al alza (+19%) respecto al año anterior.
Diversos reportes del sector salud y seguridad vial indican que entre el 55% y el 65% de las personas hospitalizadas por hechos de tránsito son motociclistas, particularmente en zonas urbanas con alta densidad vehicular, como Xalapa y su área metropolitana. De hecho, los accidentes ya son la cuarta causa de muerte en México y la primera en jóvenes de 5 a 24 años. En Veracruz mueren alrededor de un centenar de personas al año por siniestros viales, pérdidas humanas irreparables que se concentran en la población económicamente activa.
Este contexto sitúa al crecimiento de las motos como un problema público complejo: por un lado, representan una alternativa de movilidad y trabajo; por otro, su uso masivo sin las condiciones adecuadas ha disparado el riesgo de accidentes.
Crecimiento del parque vehicular de motocicletas: México, Veracruz y Xalapa
En el análisis del parque vehicular realizado con datos del INEGI al cierre de 2023, se confirma una tendencia creciente sostenida en el uso de motocicletas tanto a nivel nacional como estatal y metropolitano.
En México, el número de motocicletas registradas pasó de 4,089,969 unidades en 2018 a 7,884,486 en 2023, lo que representa un incremento del 91% en solo cinco años.
En el caso del estado de Veracruz, el crecimiento fue igualmente acelerado: pasó de 162,855 motocicletas registradas en 2018 a 383,839 en 2023, lo que equivale a un aumento de mas de 135% en el mismo periodo.
En cuanto a la zona metropolitana de Xalapa, integrada por municipios como Xalapa, Banderilla, Coatepec, Jilotepec, Rafael Lucio, Emiliano Zapata y San Andrés Tlalnelhuayocan, el crecimiento también fue considerable:
En 2018, se registraban 18,936 motocicletas en esta zona.
Para 2023, el número ascendió a 45,648 unidades.
Es decir, más del doble en cinco años (+141%).
Estos datos confirman que la motocicleta ha pasado de ser un vehículo marginal a convertirse en uno de los principales medios de transporte urbano, especialmente en contextos de tráfico denso, bajos ingresos y expansión de servicios de reparto.
Accidentes viales en la zona metropolitana de Xalapa: una crisis que escala
La revisión de la estadística de accidentes de tránsito en los municipios que integran la zona metropolitana de Xalapa revela un aumento sostenido en la incidencia de percances viales con participación de motociclistas. El análisis se realizó con base en los registros del INEGI entre 2019 y 2023, considerando los municipios de Xalapa, Banderilla, Coatepec, Emiliano Zapata, Jilotepec, Rafael Lucio y San Andrés Tlalnelhuayocan.
Durante ese periodo:
- En Xalapa, el número de accidentes de tránsito pasó de 2,538 en 2019 a 3,700 en 2023, lo que representa un aumento del 46%.
- En Coatepec, se registraron 157 accidentes en 2023, frente a 108 en 2019.
- Emiliano Zapata también incrementó sus cifras: de 122 en 2019 a 173 en 2023.
- Banderilla pasó de 70 accidentes en 2019 a 90 en 2023.
- Jilotepec, Rafael Lucio y Tlalnelhuayocan, aunque con cifras menores, mantuvieron una tendencia estable con picos en 2022 y 2023.
En conjunto, la zona metropolitana pasó de 3,020 accidentes en 2019 a más de 4,200 en 2023, evidenciando un aumento regional del 39% en accidentes viales en cinco años. La correlación entre este incremento y el crecimiento exponencial de motocicletas sugiere que la siniestralidad se ha vuelto más frecuente en calles urbanas y rutas de interconexión metropolitana. Los datos reflejan la urgencia de adoptar medidas de fiscalización, educación y mejora en la infraestructura para contener esta tendencia.
¿Por qué intervenir? Salud pública, seguridad vial, gobernanza
La necesidad de intervenir ante el auge descontrolado de motocicletas en Xalapa y sus municipios conurbados se sostiene en tres pilares clave: la salud pública, la seguridad vial como derecho, y la gobernanza efectiva.
Primero, desde el enfoque de salud pública, los siniestros viales con motociclistas generan una carga significativa para el sistema sanitario y causan muertes prematuras evitables. Diversos reportes del sector salud y seguridad vial indican que entre el 55% y el 65% de las personas hospitalizadas por hechos de tránsito son motociclistas, particularmente en zonas urbanas con alta densidad vehicular, como Xalapa y su área metropolitana. Estos siniestros derivan en lesiones graves como traumatismos craneales, fracturas, discapacidades permanentes e incluso muertes. Cada uno de estos eventos representa una tragedia humana, pero también un costo social elevado.
En segundo lugar, se trata de un tema de seguridad vial y derechos ciudadanos. La Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, de reciente promulgación, reconoce el derecho de las personas a desplazarse de forma segura por el territorio. Este derecho está siendo vulnerado cuando se permite que las motos circulen sin casco, sin placas, sin licencia o con prácticas temerarias sin que haya consecuencias. La seguridad vial no es una opción: es una responsabilidad compartida del Estado y la sociedad.
Por último, está el tema de la gobernanza. Tal como lo expone Luis F. Aguilar en su libro “Gobernanza y Gestión Pública”, para resolver problemas públicos complejos como este se requiere un Estado con capacidad técnica y operativa, que articule actores, coordine esfuerzos intermunicipales y garantice resultados. Hoy, la respuesta institucional en Xalapa y municipios vecinos es fragmentada y dispersa. No existe una estrategia metropolitana para atender esta crisis, lo que permite vacíos normativos, operativos y de seguimiento. Una intervención eficaz demanda voluntad política, coordinación y profesionalismo, así como el uso de herramientas modernas de política pública.
Intervenir, por tanto, no solo es deseable, sino urgente y obligatorio. Las condiciones actuales están provocando daños irreversibles a cientos de familias, y si no se actúa pronto, la tendencia de siniestralidad podría consolidarse como un problema estructural.
Diagnóstico estructural del problema: causas, efectos y gobernanza fallida
Matriz de Marco Lógico (MML)
Para abordar un problema público con eficacia se requiere comprenderlo en su profundidad. En este caso, el crecimiento desmedido de las motocicletas y el incremento de accidentes viales no es un fenómeno espontáneo, sino el resultado de causas estructurales interconectadas. Bajo el enfoque de la Matriz de Marco Lógico (MML), se identifican cuatro causas raíz principales que alimentan el problema central y que a su vez generan efectos nocivos para la sociedad.
Causas principales:
Marco normativo rezagado o ineficaz: Aunque existen leyes y reglamentos, no están actualizados ni adaptados al uso masivo de motocicletas. No se exige licencia especializada, no se fiscaliza el uso del casco de manera uniforme, y existen vacíos para sancionar adecuadamente la reincidencia.
Cultura vial deficiente y falta de formación: No hay campañas permanentes de educación vial, ni procesos formales de formación para conducir motocicletas. Esto genera una conducta generalizada de riesgo.
Fiscalización débil y selectiva: La vigilancia del tránsito en la zona metropolitana es limitada, inconstante y a menudo permeada por ineficacia. Sin consecuencias reales, muchos conductores reinciden.
Falta de coordinación metropolitana: Cada municipio opera por su cuenta. No hay planes, datos ni operativos conjuntos. Esto impide aplicar medidas homogéneas y sostenidas.
Problema central:
Aumento de la siniestralidad y el riesgo vial para motociclistas en la zona metropolitana de Xalapa.
Efectos negativos:
Mayor número de muertos y lesionados graves, principalmente jóvenes.
Saturación del sistema de salud por traumatismos viales.
Percepción ciudadana de impunidad y caos vial.
Desconfianza en la autoridad y erosión del tejido social.
Este árbol de problemas permite visibilizar que la raíz del problema no está solamente en los usuarios de motocicleta, sino también en la falta de gobernanza eficaz y en la debilidad institucional para aplicar políticas de seguridad vial basadas en evidencia. Por eso, las propuestas deben incidir directamente en estas causas.
Experiencias comparativas: lecciones de CDMX, Edomex, Puebla y otros estados
El crecimiento del parque de motocicletas y la crisis de seguridad vial asociada no es exclusivo de Xalapa. Diversas ciudades y estados del país han enfrentado esta misma realidad, implementando medidas innovadoras para mitigar los riesgos. Conocer estas experiencias ayuda a inspirar soluciones contextualizadas que podrían adoptarse en Veracruz.
Ciudad de México (CDMX):
Con más de 700 mil motocicletas, la CDMX ha endurecido su marco normativo en los últimos años:
Exige una licencia específica para motocicletas (Tipo A1/A2), con cursos obligatorios de conducción segura.
Restringió la circulación de motos menores a 600 cc en vías rápidas.
Remite a corralón a motocicletas sin licencia o casco certificado.
Ha implementado operativos permanentes con enfoque disuasorio.
Estas acciones han comenzado a tener resultados: más uso de casco y reducción de incidentes graves en avenidas intervenidas.
Estado de México:
Con el parque de motocicletas más grande del país, Edomex ha apostado por:
Licencias diferenciadas para uso personal o comercial.
Operativos coordinados con CDMX.
Restricciones de horario para motocicletas con acompañante en ciertas zonas.
Programas de capacitación gratuita para motociclistas novatos.
Estas políticas se acompañan de campañas de concientización y acciones metropolitanas conjuntas.
Puebla:
En 2025, aprobó una reforma integral conocida como “Ley Casco”:
Casco obligatorio con número de placa visible.
Eliminación de permisos temporales de circulación.
Registro estatal obligatorio de motocicletas.
Limitación de pasajeros según tarjeta de circulación.
Reemplacamiento gratuito para facilitar regularización.
Aunque generó resistencia inicial, se aplicó de forma gradual con amplio diálogo, especialmente con repartidores.
Hidalgo, Tlaxcala y Tabasco:
Han implementado cursos obligatorios de educación vial como alternativa al pago de ciertas multas.
En Hidalgo se conformó un Consejo Estatal de Seguridad Vial, con acciones conjuntas entre salud, tránsito y transporte.
Veracruz (experiencias locales):
En municipios como Tres Valles y Coatzacoalcos se han implementado programas de donación de cascos certificados, y campañas de concientización en alianza con empresas de reparto y motociclistas en general. Además de que se han implementado operativos de “Casco Seguro”. No obstante, estas acciones siguen siendo aisladas y sin continuidad metropolitana.
Estas experiencias muestran que sí es posible intervenir con éxito en la problemática de las motocicletas, pero siempre bajo un enfoque integral, con regulación clara, vigilancia constante, cultura vial y corresponsabilidad.
Propuestas de solución: de la política pública a la acción operativa
Con base en el diagnóstico estructural, el análisis estadístico y la revisión de buenas prácticas, se proponen acciones estratégicas para reducir la siniestralidad de motociclistas en Xalapa y su zona metropolitana. Estas propuestas están alineadas con la Matriz de Marco Lógico (MML) y responden directamente a las causas identificadas.
1. Fortalecer el marco normativo y la coordinación metropolitana
Actualizar la Ley de Tránsito del Estado de Veracruz y su Reglamento para incluir:
Prohibición de transportar menores en moto en vías rápidas.
Requisitos mínimos de edad y capacitación práctica obligatoria.
Tipificación de reincidencia con sanciones agravadas.
Armonizar los reglamentos municipales de tránsito en la zona conurbada.
Crear un Consejo Metropolitano de Seguridad Vial, con participación de tránsito estatal, municipios, salud, educación y sociedad civil.
Firmar un Convenio Intermunicipal de Tránsito para homologar operativos y evitar “fugas” entre municipios.
2. Educación vial y cambio cultural
Lanzar una campaña metropolitana permanente de educación vial para motociclistas.
Implementar cursos gratuitos de manejo seguro con aval institucional, accesibles los fines de semana.
Incluir módulos sobre seguridad vial en secundarias y preparatorias.
Crear un sello de “Motociclista Responsable”, que reconozca a quienes cumplen con normas y capacitación.
Establecer acuerdos con apps de reparto (Uber Eats, Didi, etc.) para capacitar a sus repartidores.
3. Fiscalización profesional con tecnología
Poner en marcha el “Operativo Cero Tolerancia”: revisiones aleatorias semanales en avenidas clave (Lázaro Cárdenas, Circuito Presidentes, Arco Sur, etc.).
Incorporar fotocámaras en puntos críticos para infracciones automatizadas.
Crear un Grupo Especial de Seguridad Vial Motorizada dentro de la Policía Estatal, dedicado exclusivamente a vigilar conductas riesgosas en moto.
Aplicar sanciones progresivas y crear un sistema de puntos en la licencia que derive en suspensión temporal tras infracciones graves o recurrentes.
4. Infraestructura más segura y perdonadora
Realizar una auditoría de seguridad vial para identificar “puntos negros” de accidentes.
Intervenir esos tramos con:
Señalética específica para motos.
Eliminación de topes tipo tortuga y placas metálicas resbalosas.
Pintura antiderrapante y limpieza constante de vialidades.
Barreras físicas de protección en rampas y curvas de vías rápidas.
Explorar la implementación de carriles compartidos o preferentes para motos en avenidas con suficiente ancho.
5. Participación ciudadana y vigilancia comunitaria
Formar Brigadas de Motociclistas Seguros por colonia o zona.
Habilitar una línea anónima de denuncias viales, con seguimiento por parte de Tránsito.
Integrar a colectivos motociclistas en el Consejo Metropolitano para co-diseñar políticas.
Promover campañas con testimonios de víctimas y sobrevivientes, para generar conciencia.
Estas propuestas son técnicas, viables y escalables. No dependen exclusivamente de recursos financieros, sino de voluntad política, organización interinstitucional y compromiso con la vida. Xalapa tiene ante sí la posibilidad de convertirse en un ejemplo nacional de cómo gobernar con responsabilidad un fenómeno urbano emergente. Es importante incluir también la participación ciudadana.
Conclusión: Hacia una movilidad segura y corresponsable
El auge de las motocicletas en Xalapa y su zona conurbada ha transformado el paisaje urbano, abriendo nuevas posibilidades de movilidad y empleo. Pero este cambio ha venido acompañado de una crisis silenciosa: más muertes, más lesiones y más presión sobre los servicios de emergencia y salud pública. El fenómeno no puede seguir siendo ignorado ni atendido con medidas aisladas.
Como hemos analizado, se trata de un problema público complejo pero abordable, cuyas causas estructurales están claramente identificadas: regulación débil, cultura vial deficiente, fiscalización ineficaz y descoordinación institucional. También conocemos las consecuencias: dolor humano, tragedias evitables y deterioro de la percepción ciudadana sobre la seguridad vial.
Pero sobre todo, sabemos qué se puede hacer. Desde el fortalecimiento del marco legal hasta la educación, la vigilancia inteligente, la mejora de infraestructura y la participación social, las herramientas están al alcance. Otros estados ya avanzaron en este camino; Xalapa y Veracruz pueden hacerlo también.
Este artículo no es solo un diagnóstico técnico. Es una propuesta de acción. Un llamado a que:
Las autoridades estatales y municipales asuman con responsabilidad su papel rector y coordinador.
El Congreso de Veracruz impulse reformas legislativas valientes, alineadas con la Ley General de Movilidad.
Las direcciones de tránsito trabajen en red, con estrategia común y tecnología.
Las instituciones educativas y de salud incorporen su visión para prevenir tragedias antes de que ocurran.
Y sobre todo, que la ciudadanía, especialmente quienes conducen motocicletas, reconozca su rol en esta transformación.
Usar casco, respetar las reglas, capacitarse, ser empático en la vía… son decisiones cotidianas que salvan vidas.
Desde esta consultoría, apostamos por una visión integral basada en gobernanza, evidencia y responsabilidad compartida. Tal como lo plantea Luis F. Aguilar, se trata de fortalecer la capacidad técnica y operativa del Estado para resolver problemas reales, no solo diagnosticarlos.
La meta es clara: que moverse en motocicleta en Xalapa no sea sinónimo de riesgo, sino de eficiencia y seguridad. Que los jóvenes no engrosen más estadísticas trágicas. Que la ciudad avance hacia un modelo de movilidad más humana, justa y sostenible.
Llegar con vida debe ser nuestro objetivo común.
Fuentes consultadas
INEGI – Estadísticas de vehículos de motor registrados en circulación
INEGI – Estadísticas de accidentes de tránsito terrestre en zonas urbanas y suburbanas
Consejo Estatal para la Prevención de Accidentes en Veracruz (COEPRA)
Reglamento de la Ley de Tránsito y Seguridad Vial del Estado de Veracruz
Luis F. Aguilar – Gobernanza y Gestión Pública
(Cita editorial, ISBN: 9786071614146)Estrategia Nacional “Piensa, lleguemos a salvo” – Secretaría de Salud
Reformas a la Ley de Movilidad de Puebla (“Ley Casco”) – Congreso de Puebla

Excelente análisis, realmente es urgente abordar la problematica de las motocicletas. Solo agregaría plantear la obligatoriedad de contratar un seguro (contra daños y gastos médicos) a los usuarios de motocicletas.
Muchas gracias por tus comentarios, distinguido licenciado. Recibe un cordial saludo.